Por Enrique Ramírez, Presidente de la Comisión Nacional de Energía.
Los océanos cubren cerca de dos tercios de la superficie terrestre. Debido a la fuerza gravitacional que tanto la luna como el sol ejercen sobre el planeta tierra, el nivel de los océanos cambia. Este fenómeno se produce de manera periódica y se conoce con el nombre de marea.
Los océanos cubren cerca de dos tercios de la superficie terrestre. Debido a la fuerza gravitacional que tanto la luna como el sol ejercen sobre el planeta tierra, el nivel de los océanos cambia. Este fenómeno se produce de manera periódica y se conoce con el nombre de marea.
Desde la época de la antigua Grecia se han estudiado las
mareas, siendo Piteas el primero en identificar la relación que existe entre la
amplitud de las mareas y las fases de la luna en el siglo IV a.C. Más adelante
en la historia, Isaac Newton logró calcular la altura de las mareas según la
fecha del mes, la estación del año y la latitud.
La amplitud de mareas no es la misma en todos los lugares.
De hecho es inexistente en ciertos mares interiores como en el Mar Negro. En el
en el Mediterráneo sólo alcanza entre 8 y 16 pulgadas lo que la hace de escaso
valor. Por el contrario, en el océano Atlántico alcanza valores notables con
amplitudes de hasta 36 pies en algunas zonas del cono sur, donde se produce el
fenómeno de buques que quedan en seco durante la bajamar (Puerto Gallegos,
Argentina)
La Energía Mareomotriz es precisamente la que se obtiene del
aprovechamiento de este cambio periódico de nivel en el mar.
El proceso consiste en contener el agua en el momento en que
se produce la marea alta y liberarla durante la bajamar a través de un sistema
de turbinas. En el momento de marea alta, el nivel del mar es superior al del
agua del interior del contenedor. Cuando se abren las compuertas, el agua pasa
de un lado a otro de un dique generando energía cinética. Este movimiento del
agua se utiliza para mover las turbinas de unos generadores de corrientes
situados junto a los conductos por los que circula el agua. A su vez, el
sistema de turbinas mueve el núcleo de un alternador capaz de generar energía
eléctrica. El alternador alimenta a una central en tierra que se encarga de
distribuir la energía hacia la comunidad y las industrias.
La Energía Mareomotriz es una de las llamadas energías
renovables debido a que la fuente primaria (el océano) no se agota mediante su
explotación. También se considera una energía limpia pues no genera residuos
contaminantes gaseosos, líquidos o sólidos.